Escrito por Moisés Duek: Madrij de GAMP “Coaj”.
Frecuentemente los paramédicos jóvenes se involucran apasionadamente en los estudios del cuerpo humano y en la atención de víctimas de accidentes y enfermedades, todo esto con constante hambre de aprender más y poder hacer intervenciones. Varios de estos paramédicos jóvenes estudian una carrera universitaria en el campo de las ciencias de la salud, usualmente medicina.
La carrera de medicina estudia al cuerpo humano y cada uno de sus sistemas biológicos, así como sus ciclos metabólicos y químicos. Un paramédico, por el otro lado, se enfoca mucho menos en las funciones biológicas y químicas del cuerpo. Lo anterior debido a la complicación que conlleva y a su baja utilidad en situaciones de urgencia fuera de una instalación médica equipada, además de que las intervenciones que suelen hacer son menos invasivas que las médicas por higiene y por el factor de tiempo.
Entonces se entiende que la manera en la que se estudia el cuerpo para los servicios de medicina prehospitalaria es muy distinta a la que lleva un médico general o cirujano. Pero, ¿qué es lo que estudia un paramédico acerca del cuerpo si no es la biología y la química?
Para el entrenamiento de un paramédico es crucial el conocimiento de maniobras de salvamento de rápida acción y poco invasivas. Ejemplos de lo anterior existen el RCP, la maniobra de Heimlich, un vendaje o una extracción vehicular. Hay maniobras que pueden llegar a ser más invasivas como la solución intravenosa, una desfibrilación o una descompresión torácica.
Un paramédico cuenta con rápida reacción y toma de decisiones, habilidades de trabajo en equipo y control de la situación; asimismo debe de conocer los diferentes escenarios en los que se puede encontrar. Parte de los conocimientos que adquiere incluyen las enfermedades agudas más frecuentes, la manera de diagnosticarlas y el tratamiento que se les debe dar en lo que se llega a un centro médico equipado.
La mayor parte de los elementos mencionados comparten una característica esencial que hacen de la medicina prehospitalaria una disciplina independiente de la medicina clásica y holística en cuanto a sus estudios. Esta característica es que estudian el cuerpo humano y lo que le ocurre desde el punto de vista de la física, comprendiendo al cuerpo como una máquina mecánica conformada por elementos aislados pero interdependientes. Entre ellos se puede observar los efectos de cada sistema sobre el resto y de cada órgano con todo el cuerpo, pudiendo entonces abordar los problemas que se presentan desde un enfoque en el que existe una pieza dañada o defectuosa y se puede reparar o estabilizar hasta que pueda ser reparada.
La física es capaz de describir al cuerpo como un sistema completo, haciendo su estudio y tratamiento posible desde cierto ámbito, de una manera muy útil y eficiente, pero la medicina prehospitalaria puede ser explorada desde otros ángulos muy distintos que solo quienes los encuentran pueden verlos y esa versatilidad es lo que le permite a tanta gente poder capacitarse como paramédicos.
Septiembre 2018