Escrito por Gabriel Cojuc Konigsberg, Madrij de GAMP “Coaj”.
Probablemente has oído hablar de los beneficios que brinda tomar ácido fólico durante el embarazo. Sin embargo, ¿sabes qué podría ocurrir si no lo haces?
El ácido fólico, folato o vitamina B9, es una sustancia química que no produce nuestro cuerpo y por lo tanto, es necesario ingerirla. La encontramos en vegetales de color verde oscuro, como el brócoli y la espinaca, y en alimentos fortificados con ácido fólico. Esta vitamina en particular, además de lo mucho que puede aportar a nuestro cuerpo, asegura el buen desarrollo embrionario de los bebés. A continuación discutimos su función.
Desde el momento de la fecundación, se comienza a formar un nuevo ser humano a partir de dos células; en un proceso que dura nueve meses. En las primeras semanas de gestación, se establecen las bases fundamentales para el crecimiento adecuado del bebé. En este periodo, se desarrollan estructuras como el cerebro, la médula espinal y las células sanguíneas; todos estos son procesos regulados por el ácido fólico, por lo que es esencial ingerirlo todos los días y esto se debe tomar en cuenta desde que se planea el embarazo.
La falta de ácido fólico es causante de severos problemas que podrían surgir durante el embarazo y al momento del nacimiento, desde conflictos inmediatos como lo pueden ser aquellos que interrumpen el embarazo, hasta enfermedades crónicas.
La complicación más común que se presenta por no tomar ácido fólico es el mielomeningocele, conocido como espina bífida; enfermedad caracterizada por el cierre incompleto de la médula espinal y columna vertebral que provoca dificultad para caminar y realizar necesidades básicas. Otro defecto ocasionado por la deficiencia de ácido fólico es la anencefalia, que se distingue en los bebés que nacen sin cerebro, por lo que no sobreviven más de unos segundos. Asimismo la falta de ácido fólico provoca el nacimiento prematuro, es decir, bebés pequeños y con deficiencias en el desarrollo.
Todas las complicaciones mencionadas previamente pueden ser solucionadas de una manera muy simple, tomando una pequeña cantidad de ácido fólico diaria, idealmente, comenzando a ingerirlo tres meses previos al embarazo. Es importante acudir al médico constantemente, incluso desde que se considera concebir a un bebé, para que él mismo pueda recetar las dosis recomendada de cualquier medicamento o suplemento.
Si estamos informados y tomamos las medidas de prevención requeridas, podremos evitar problemas innecesarios, de esta manera le podremos dar a nuestros seres queridos la oportunidad de vivir y desarrollarse al máximo, sin impedimentos ni dificultades.
Septiembre 2018.
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